El 12 de enero de 2005, la NASA lanzó su encargo Deep Impact para fallar contra el cometa Tempel 1, además conocido como 9P/Tempel. Para esta encargo se lanzaron dos naves espaciales juntas: una era un transporte de sobrevuelo del tamaño de un Volkswagen Beetle y la otra era un impactador del tamaño de una mesa de café. La encargo estudiaría el interior del cometa estrellándose contra su superficie y tomando fotografías del cráter de impacto y de todo el polvo y la suciedad que arrojó al espacio. Deep Impact se lanzó desde Angla Cañaveral en un cohete Delta II y pasó casi seis meses persiguiendo al cometa ayer del suerte.