Entre la avalancha de indultos de última hora otorgados por Joe Biden en los momentos finales de su presidencia el lunes, un especie de nombres estuvo notoriamente carente: fiscales y jueces que han tratado de aplicar la ley a Donald Trump.
Trump ha reflexionado con frecuencia sobre la posibilidad de vengarse de fiscales como el fiscal específico Jack Smith, quien dirigió los dos casos penales federales contra Trump, y el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien presentó el caso de moneda para asegurar silencio en Nueva York que terminó con la condena de Trump. Trump ha intensificado los llamamientos para que Smith sea encarcelado e incluso dijo que debería ser “expulsado del país”. Trump todavía ha dicho que “hay argumentos que evidenciar” que Bragg debería ser “procesado”.
Ningún de los dos fue reputado por Biden el lunes como beneficiario de un indulto, incluso cuando el presidente saliente tomó medidas para proteger a otros funcionarios prominentes que han provocado la ira de Trump.
Todavía quedaron con las manos vacías los jueces que supervisaron los numerosos procedimientos penales y civiles de Trump. Trump ha criticado a muchos de esos jueces y ha sugerido que deberían ser castigados. Por ejemplo, se ha estafado del togado Juan Merchán, el togado de primera instancia de Nueva York que presidió el caso del moneda secreto, calificándolo de “corrupto”. Y Trump ha dicho que el togado Arthur Engoron, otro togado del estado de Nueva York que le impuso una sentencia de 500 millones de dólares por fraude comercial civil, debería ser “arrestado”.
Ningún de ellos había dicho públicamente que quería un perdón y no está claro que alguno de ellos lo hubiera aceptado. Pero algunos demócratas importantes, como el representante Jim Clyburn de Carolina del Sur, habían respaldado la idea de indultar preventivamente a los fiscales, particularmente a Smith.
Una de las razones por las que Biden y sus asesores legales pueden acaecer evitado los indultos para fiscales y jueces es que pueden acaecer llegado a la conclusión de que la protección del indulto era innecesaria a la luz de los principios de inmunidad de larga data para ciertos funcionarios del sistema legislativo. La Corte Suprema ha sostenido que los fiscales y jueces tienen amplia inmunidad para todo lo que hagan en sus capacidades oficiales.
Aún así, la partida de fiscales y jueces en la directorio de indultos de Biden fue extraordinario porque sí concedió una serie de indultos preventivos a otros funcionarios públicos de los que Trump ha prometido vengarse, incluido el exfuncionario de sanidad pública Anthony Fauci y el expresidente del Comité Conjunto. Los jefes de recibidor Mark Milley, así como los miembros y el personal del comité específico de la Cámara que investigó la insurrección del 6 de enero de 2021.
Biden todavía otorgó indultos a los agentes del Unidad de Policía Metropolitana de Washington y de la Policía del Capitolio de Estados Unidos que testificaron delante el comité.
Y concedió amplios indultos a cinco miembros de su propia tribu por cualquier delito no violento que pudieran acaecer cometido durante la última decenio.