Peter Bosustow: un talento mercurial y un extravagante showman que deslumbró a los fanáticos de Footy

La primera vez que vi al dos veces deportista de Carlton Premiership, Peter Bosustow, estaba en una cinta de VHS granulada de la Gran Final de WAFL de 1978, donde pateó uno de los mejores goles en absoluto conocido.

Interceptó una patada y luego bailó cerca de de sus oponentes con toda la absolución y arena de Rudolf Nureyev, antiguamente de originarse un gol desde la trayecto margen con una pelota anegada que había rebaño un par de libras de la tromba torrencial. Era hipnótico, fascinante y absorbente.

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El extravagante showman, conocido cariñosamente como el zumbido, golpeó su puño cerca de la multitud de 50,000 personas, acurrucada bajo impermeables y paraguas. A nadie le encantó el gran tablado más que Bosustow.

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No pasaría mucho tiempo antiguamente de que encantara una coexistentes de partidarios de Carlton. Los fanáticos del Blues lo adoraban, y él tenía un afecto acreditado por el club. Entonces, era apropiado que los Blues estuvieran entre los primeros en propagar una afirmación poco luego de la crimen de Bosustow el lunes por la mañana en Perth luego de una larga enfermedad. Tenía 67 primaveras.

“‘The Buzz’ explotó efectivamente en la campo, y su impacto en el campo fue sísmico”, dijo el club. Su impacto fue positivamente dramático e inmediato. Cuando llegó al Blues en 1981, los fanáticos de suspensión revoloteo de Australia Occidental deslumbraron con su arrogancia, confianza y habilidades impresionantes. En solo su primera temporada, ganaría la marca y el gol del año, y jugaría en un equipo de primer ministro. Todavía superó el gol de Carlton en 1981 con 59 goles.

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El objetivo del año fue puro zumbido. Lanzó su cuerpo sobre la bota de Ian Nankervis de Geelong, sofocando la pelota antiguamente de voltear a sus pies, pisando su derecha y rompiendo el gol sobre su hombro. Bosustow levantó los brazos a los cielos como un emperador romano que le daba la bienvenida a un ejército de soldados leales.

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